Un estudio muestra que el tabaquismo es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de esta enfermedad, hasta el punto de que incluso los ex fumadores presentan el doble de riesgo que quienes nunca habían fumado.
Investigadores de la Universidad de Queensland en Nueva Orleans, Estados Unidos, han descubierto que las mujeres fumadoras tienen las mismas probabilidades que los hombres de desarrollar un aneurisma potencialmente mortal en la aorta, a pesar de que hasta ahora se consideraba una enfermedad preferentemente masculina.
Actualmente los clínicos aconsejan el cribado en hombres de más de 65 años que han fumado alguna vez para identificar precozmente un aneurisma aórtico abdominal pero, tras los resultados de este trabajo que publica el Journal of Epidemiology and Community Health, los autores creen que habría que sumar también a las mujeres a esta recomendación.
«Fumar es un importante factor de riesgo para el aneurisma, y parece ser igual de fuerte también entre las mujeres», ha reconocido Eiman Jahangir, investigador principal del trabajo.
Esta enfermedad se produce cuando la aorta de una persona, la arteria más grande que sale del corazón, se hincha más de lo debido y entre los síntomas más habituales están dolor abdominal, hinchazón, náuseas o vómitos.
El equipo de Jahangir analizó los datos de un estudio a largo plazo realizado en Estados Unidos y se centraron en un total de 18.792 participantes con más de 65 años que respondieron a una serie de cuestionarios para conocer su historial clínico y sus hábitos saludables, incluyendo el consumo de tabaco.
Durante el periodo de estudio 281 personas sufrieron un aneurisma y, según, observaron, los hombres eran dos veces más propensos que las mujeres a desarrollarlos, mientras que los encuestados de raza blanca eran 2,5 veces más propensos que los de raza negra.
Sin embargo, el tabaquismo fue el factor de riesgo más importante, hasta el punto que incluso los ya exfumadores, tanto hombres como mujeres, tenían casi el doble de riesgo que quienes nunca habían fumado, mientras que los fumadores en activo tenían un riesgo 5,5 veces mayor.
Y en el caso de las mujeres, se vio como el tabaco era aún más determinante, ya que las exfumadoras tenían un riesgo 3,5 veces mayor que las no fumadoras, y las fumadoras hasta un riesgo 9 veces mayor. Los investigadores señalan que esto es problemático, sobre todo porque los aneurismas suelen ser más graves cuando se dan en las mujeres.
El estudio reveló que tener la presión arterial alta o antecedentes de cirugía cardiaca también aumenta el riesgo de aneurisma, mientras que el exceso de peso se relacionó con un menor riesgo. Y tener antecedentes familiares y el colesterol alto también puede aumentar el riesgo.
Ante estos datos, Jahangir cree que las mujeres también deberían incluirse en las recomendaciones para someterse a un cribado entre los 65 y 75 años en caso de haber fumado, si bien insisten en que el principal consejo que se debe incorporar ya es la necesidad de dejar de fumar.
JANO.es • 16 enero 2015 11:46